GENERAL
PORFIRIO DÍAZ
Nace
en Oaxaca en 1830 y muere en parís en 1915.
Porfirio
estaba destinada a la educación eclesiástica, mientras él estudiaba daba clases
privadas de latín al hijo de Marcos Pérez, abogado amigo de Benito Juárez,
realizaba esto porque su padre había muerto cuando tenía tres años y debía
apoyar con el gasto familiar.
Con
el tiempo se allego de las ideas liberales y anticlericales de Benito Juárez y
su amigo el licenciado Marcos Pérez. Días decidió abandonar el seminario e
inició la carrera de leyes en el Instituto de Ciencias y Artes del Estado, a
raíz de esto Juárez y Pérez le ofrecieron trabajo como pasante y bibliotecario
respectivamente.
Durante
la dictadura del general Antonio López de Santa Anna, fue encarcelado el
abogado Marcos Pérez, lo cual recelo a Díaz manifestándose contra el
Dictador.
Cuando
Benito Juárez era gobernador de Oaxaca, Díaz fue comisionado para que
organizará las milicias locales en calidad de jefe político. En 1856, Porfirio Díaz
ingresó en la guardia Nacional de Oaxaca con el grado de capitán de granaderos
y en 1857 en la batalla de Ixtapa derroto
a las tropa rebeldes del coronel José María Salado, quien murió en
combate mientras que Díaz quedo gravemente herido.
En
la guerra de reforma que concluyo hasta 1861 se distinguió por su valentía en la
batalla de Jalatlaco en agosto de 1861 significó su ascenso a General, cuando
tenía treinta y un años.
Durante
la intervención Francesa en 1863 en General Porfirio Díaz fue apresado y
encerrado en Santa Catarina donde consiguió huir.
Porfirio
Díaz se casa con Delfina Ortega Díaz, hija de su hermana Manuela. El matrimonio
tiene cinco niños, pero solo sobreviven dos, Porfirio y Luz.
Tiempo
después, una vez fusilado Maximiliano y
restaurada la república, Benito Juárez fue reelegido presidente. Su
pretensión de reformar la Constitución para aumentar los poderes presidenciales
y otorgar el Derecho a voto a los eclesiásticos, provocó el descontento dentro
del partido liberal y el rechazo de Porfirio Díaz, quien regreso a Oaxaca. La
segunda reelección de Juárez en 1871 duró muy poco, ya que murió pocos meses
más tarde. Muerto Juárez, Lerdo de Tejada le sucedió en el Gobierno y Porfirio Díaz
estuvo a la expectativa. Cuando Lerdo de
Tejada intento su reelección. Porfirio a sus cuarenta y seis años se alzó en armas con el plan de Tuxtepec que
proclamaba el principio de no
reelección, derrotando al presidente, así mismo quedándose con el Poder él.
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